¿Acaso no ve Dios todos los rincones de tu alma? Entonces, ¿por qué no sincerarte con Él y dejarle saber realmente lo que esta siente? Si somos transparentes con Dios Él comprende de transpariencias y está dispuesto a perdonar cualquier falla y ayudarte en tus procesos. El problema radica en esconder para tí lo que Dios desea que le entregues en confesión para Él comenzar el proceso de liberación y restauración.
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