Hay hambre de Dios, hay sed de Dios entonces Iglesia sigamos compartiendo palabra de Dios para otras vidas para saciar esa necesidad. No cesen de hablar de El y de Sus grandezas, no dejen de testificar lo que El ha hecho por ustedes, no dejen de honrarle con todo lo que hagan desde lo que hacen en su casa, hasta en sus oficios. La verdadera Iglesia de Dios no es cuatro paredes es lo que hacemos fuera de estas cuatro paredes lo que nos identifica como Iglesia. No dejemos de representar lo que somos: ¡Hijos de Dios!
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