Se acerca la despedida del año 2011, y con esta muchos pensamientos afloran en la mente de las personas. Tal vez, este no ha sido tu mejor año, creo que para muchos el 2011 fue un año de pruebas, y esto se traduce en mi opinión en crecimiento y aprendizaje. Creo que si echamos un vistazo a todas las cosas ocurridas en este año nos daremos cuenta que hemos trascendido, que no somos las mismas personas que antes, que cada suceso ocurrido durante este año que está por culminar a hecho que nazca en nosotros un nuevo sentido sobre la vida, sobre nuestros propósitos en ella y una nueva percepción de lo que nos rodea. Muchos hemos llegado muy lejos a pesar de las adversidades, venciendo hasta los mismos obstáculos que nuestros propios temores o inseguridades propiciaron. Hoy, vemos que lo que nos pareciese díficil en algún momento fue una etapa superada, que lo que pensamos nos quitaría una sonrisa nos ha demostrado que nos ha hecho más fuertes y aunque pareciese irónico, felices. Aunque hemos pérdido personas en la marcha ya sea porque se han apartado o por que su tiempo en esta tierra ya ha culminado, hemos conocido personas nuevas que pareciesen colocadas por la misma mano de Dios para edificarnos. Hemos llegado a admitir que sin fe no nos hace sentido la vida porque no tiene lógica vivirla sin Dios y con esto hemos abierto la oportunidad de relacionarnos con un Dios alcanzable porque está entre todos nosotros esperando que le recibamos de corazón. Ha sido un año de muchas vivencias pero todas de la mano de Dios han sido a la larga por mi parte gratificantes. Ya pronto despedimos el 2011 y comienza una nueva temporada en nuestras vidas, podemos empezar la misma con un cambio hacia la ruta correcta, podemos empezar la misma enfocándonos en quien puede hacer del 2012 un año lleno de bendiciones, podemos poner este nuevo año y el restante de nuestras vidas en manos de Dios.
¡Felicidades a todos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario