jueves, 6 de octubre de 2011

¡NO!



Hay quienes no saben decir que no cuando es prudente hacerlo y otros tantos que no saben aceptar un no cuando realmente es meritorio aceptarlo. La obstinación cegada es sinónimo a rebeldía. Hay que aceptar todas las respuestas de Dios inclusive aquellas en las que El nos dice: ¡NO!

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