martes, 22 de noviembre de 2011

El perímetro de los ungidos de Dios




¡Gracioso pero esto parece una estampita de la vida real!



El enemigo ladra, ladra y ladra para intimidar a los hijos de Dios, pretende con sus ladridos aparentar ser más poderoso que Dios pero cuando este es puesto en evidencia, y nuestro Padre Celestial con Su poder nos cubre y protege, vuelve temeroso a su lugar de origen. Resistamos a los ladridos del enemigo, tarde o temprano este volverá a su lugar porque tu perímetro marcado por Dios no puede cruzar. 


¡Estamos protegidos por Dios y tenemos autoridad delegada para enviar al enemigo a su lugar! ¡Nunca lo olvides hijo(a) de Dios! 

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