martes, 22 de noviembre de 2011

Del sincretismo, prosperidad y otras vertientes...




Hay una diferencia muy marcada entre lo que es legalismo, liberalismo y sana dóctrina. Muchos confunden la sana dóctrina con mentes dógmatizadas porque no le dan cabida al sincretismo (mezcla, adopción) entre lo págano con lo santo de Dios. Dios no acepta alianzas con el enemigo, ni que tomemos parte con sus practicas. Abandonar la sana dóctrina enseñada en la palabra de Dios, la única que es verdadera y no pasa, es simplemente renegar de El y de la veracidad de dichas palabras. 

Traer rituales, costumbres y actos de origen Babilónico a el altar de Dios, actos como la numerología, los pactos financieros, ofrendas de intercambio por milagros de rompimientos financieros es simplemente mirar a Dios como un dios de amuleto que puede ofrecer todos los deseos carnales de nosotros y ese no es el Dios que aparece en las escrituras. La numerología como uso para "profetizar" solo raya en adivinación, esta metodología se origina en Babilonia y también es usada en los practicantes de la Cabala, es usar números para predecir cuando ocurrirán cosas o cuando la mano de Dios ha de moverse a nuestro favor. 

No, Dios no necesita de números, de pactos de dinero, ni de viciados rituales originados en simplemente todo lo contrario a El para manifestarse y obrar en tu vida. Dios no necesita de tu dinero para hacer un milagro, Dios lo que necesita es tu fe y que creas en El. El no promete hacerte rico, hacerte próspero financieramente como muchos han escogido predicar para tocar tus bolsillos. La realidad es que El sí promete renovarte la mente, el espíritu, restaurarte tu alma herida, sanarte por dentro y por fuera, y perdonarte todos tus pecados cuando los confiesas a El en un acto genuino de arrepentimiento. El promete enriquecerte espiritualmente porque es ahí donde realmente está el tesoro que no se corrompe con el tiempo. 



No es malo si Dios te prospera en cualquier área de tu vida, lo errado es buscarlo a El tan solo con una fe ciega de que te prospere financieramente y eso ya deja de ser fe y se convierte en codicia. Buscar a Dios meramente por intereses de lo que El pueda darte y darle el nombre de bendición a solo cosas materiales, no es algo que El vea con agrado. Busca a Dios porque El te ama y por lo que El hizo por tí en la cruz. Busca a Dios en agradecimiento y amor, no necesitas cantidades de dinero para acercarte al trono de Dios porque el velo divisorio fue razgado cuando El murió por ti para luego al tercer día resucitar, y ofrecerte el regalo de la vida eterna si así lo recibes por fe. Solo eso, fe. No necesitas más nada que no sea creer en El, adorarle a El y tener fe para conmoverlo a hacer un milagro de amor en tu vida. 

Dios lo que da lo da por gracia. El nunca le pondrá precio a tu milagro y nunca contradecirá Su palabra escrita. Hoy te exhorto a que analices si donde pisas o donde estás es el lugar donde Dios te desea. No todo lo que se manifieste y se diga viene de Dios es de Dios. Siempre filtremos por la palabra cada acto. No todo es lo que dice ser busquen los origenes de cada acto perpetuado y no permitan que el sincretismo se apodere de su iglesia.

No hay comentarios: