miércoles, 29 de febrero de 2012

Persistir, perseverar...





Persistir, perseverar en fe y no rendirse. Tocar las puertas celestiales conociendo que solamente de ahí proviene tu bendición absoluta. No recibirás nada bueno fuera de Dios pues toda bondad y bendición proviene de El. Debes buscar siemprela presencia de El en todo y recordar que la fe requiere no claudicar aunque las circunstancias parezcan contradictorias. Hay que ser como Jacob, no soltar la fe nunca luchando por tu bendición. Aún con la cadera trastocada por el dolor como le sucedió a Jacob, persiste en fe porque más grande es la recompensa de Dios que los procesos que enfrentes para recibirla. Estamos siendo procesados para poder ser purificados y de la manera que seamos purificados seremos santificados delante de El y adecuados para recibir lo que El desea darnos, pero todo requiere un esfuerzo, y ese esfuerzo aún en nuestros temores humanos requiere valentía...

No hay comentarios: