Hay alguien en la expectativa de tu fracaso. Muchos observando silenciosamente con ansias de verte en el suelo. Sí, sí... Son las hienas espirituales. Estas son las que vienen como enviados del enemigo a devorar tu fe como si fueses presa para ellos. Cuando muestras una debilidad o te ven en situaciones difíciles, estas están prestas para tratar de aniquilar tu fe. Son los que llegan con mensajes y reportes desalentadores. Son los Tobias y Sanbalat de esta generación. Son los que te contaminan el oído con frases como: "Yo creo que no podrás..." "yo creo que no es el momento...", "yo pienso que estás erróneo(a)...", "no creo que Dios te hable de esa manera o se manifieste de esa forma"... Son los mayordomos de la palabra negativa. Ay Santo!!!! Mira cuando lleguen a donde tí a servirte ese plato de negatividad, te tengo una receta para ellos... Vas a mirar al cielo y vas a clamar de esta forma como hizo Nehemías: "...¡ahora, pues, Oh Dios fortalece tú mis manos!" (Nehemías 6:9) para que pueda terminar la obra y estos sean avergonzados, y fijamente luego los miras y le dices tal como envio a decir Nehemías a esos desalentadores: "...no hay tal cosa como dices, sino que de tu corazón tú lo inventas. " (Nehemías 6:8)
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