viernes, 29 de junio de 2012

No me averguenzo




No me averguenzo de Jesús porque Jesús nunca se avergonzó de mi. El pudo haber dicho: "No cargaré con culpas ajenas. No me humillaré delante de humanos. No extenderé Mi mano de misericordia sobre estas vidas." El pudo desistir de las intenciones en ser el Sacrificio Perfecto para nuestra redención por el mero hecho de que es DIOS, pero no lo hizo. El prefirió que tú y yo pudiesemos ser redimidos por ese regalo inmerecido de la gracia y justificación por medio de dicha muerte y resurección. Es Su sangre la que nos santifica. Jesús, no se avergonzó al humillarse por nosotros porque estaba enfocado en un plan que traería bendición y liberación de la paga del pecado que es muerte para todas esas vidas que crean con fe en El. Entonces, ¿por qué renegar de El? 

[Siempre llevemos con orgullo las buenas nuevas de salvación en todo lugar.]

"No me da vergüenza anunciar esta buena noticia. Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen en Jesús son salvados; no importa si son judíos o no lo son. La buena noticia nos enseña que Dios acepta a los que creen en Jesús. Como dice la Biblia: «Aquellos a quienes Dios ha aceptado, y confían en él, vivirán para siempre.»" ( Rómanos 1:16-17) (TLA)

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