"¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?" (Jeremías 23:29)
A veces, la palabra de DIOS cuando la leemos o escuchamos humanamente la encontramos fuerte, nos incómoda o duele... ¡Sí, duele! ¿Sabes por qué duele? Porque la palabra de DIOS está quebrantando y demoliendo lo impuro que habita en tí, está como martillo quebrando lo que a DIOS no le agrada para edificar lo que a El le honra. Está quemando todo lo que es considerado abominable a El para que tú seas moldeado como El desea... ¡Si eres un vaso destinado para darle honra tú serás inevitablemente moldeado a fuego o a martillo porque Su palabra cuando penetra, penetra hasta el hueso y hace la obra que DIOS desea para SU gloria! ¡DIOS te tiene en Su taller y anda arreglándote! ¡No te quejes, alábaloooooooo!
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