En estos tiempos nos hemos formulado diversas preguntas cuestionando el estado actual de nuestra sociedad. Muchos apuntan al gobierno, a la falta de educación o a la pobreza como fuentes generadoras de los males sociales que hoy enfrentamos. Pareciese que todas estas cosas pudiesen ser la razón de nuestra problemática como sociedad pero la realidad es que no es el punto de partida de todos los problemas que vemos a diario en las noticias. La realidad es que hay un problema que desencadena toda esta ola de violencia, asesinatos, disturbios, pobreza, falta de sujeción, de amor, de compasión, de respeto, de cooperativismo; y si seguimos mencionando la lista no finaliza. La realidad es que somos egoístas.
El egoísmo es definido como un excesivo aprecio que tiene una persona por sí misma, y que le hace atender desmedidamente a su propio interés, sin preocuparse del de los demás. Vemos que esto redunda en el problema del "yo". Yo primero, yo segundo, yo tercero; y por consiguiente,, yo en todo lugar porque yo merezco ese sitial. Si ayudo entonces ayudo solamente a los de mi círculo particular pues estos son los que merecen mi ayuda pero no es una ayuda desinteresada sino una ayuda que cae en egoísmo moral o ético.
¿Egoísmo moral? Pareciese que estas dos palabras o términos no mezclan pero el egoísmo moral es existente y bien avalado por esta sociedad moderna. Se define al egoísmo moral como una doctrina ético filosófica que afirma que las personas deben tener la normativa ética de obrar para su propio interés, y que tal es la única forma moral de obrar, sin embargo permite realizar acciones que ayuden a otros, pero con la finalidad que el ayudar nos dé un beneficio propio tomándolo como un medio para lograr algo provechoso. Afirma que la validez de una teoría o praxis se encuentra en su aportación directa a la edificación positiva y responsable del yo o desarrollo personal. ¿Notaron como en la definición de egoísmo moral o ético habla que su finalidad específica cuando ayudan es buscar un beneficio propio? Es la intención oculta de la acción que se propicia para ayudar la que hace cuestionable este tipo de dóctrina "ética". Lamentablemente, en esta sociedad esa es la dóctrina que predomina en nuestro entorno y siendo esta la dóctrina que predomina descalifica totalmente las enseñanzas de Jesús en la Biblia.
Dios en Su Palabra nos recalca que es mejor dar que recibir y que amemos al prójimo como a nosotros mismos. El evangelio que nos enseña Jesús es uno de amor, compasión y entrega hacia otros sin ningún tipo de egoísmo o egocentrismo de la parte que da. Dar sin esperar reconocimientos, dar sin esperar que seamos recompensados por dar, dar simplemente porque nace del alma de uno que ama a sus semejantes. Dar solo por amor y recibir tan solo la satisfacción de que es lo correcto.
Cuando empezamos a ver a otros sin ese interés de nosotros ser los primeros en todo y con humildad creamos una atmósfera de armonía, paz y cooperativismo. Eso es lo que necesita esta sociedad. Estamos llenos del egocentrismo que viene del egoísmo y esa modalidad está haciendo que nos sequemos del amor que Dios desea que nos profecemos. El egoísmo nos consume al punto que vemos una sociedad que no tiene ya que dar aún si quisiese porque no se ama correctamente en su mayoría ni así misma como para luchar por salir del estancamiento que produce la indiferencia y su propio egocentrismo. La miseria individual hace una miseria colectiva. Nos estamos arruinando individualmente pero repercute esto colectivamente. ¿Cuando entenderemos que esto no se trata de yo ser el primero en todo sino de nosotros como un colectivo ayudarnos a llegar a la meta en armonía?
--►Lectura adicional de la Palabra:
Filipenses 2
Nueva Versión Internacional (NVI)
Filipenses 2
Humillación y exaltación de Cristo
1 Por tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable,2 llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento.3 No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.4 Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás.
5 La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús,
6 quien, siendo por naturaleza Dios,
no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse.
7 Por el contrario, se rebajó voluntariamente,
tomando la naturaleza de siervo
y haciéndose semejante a los seres humanos.
8 Y al manifestarse como hombre,
se humilló a sí mismo
y se hizo obediente hasta la muerte,
¡y muerte de cruz!
9 Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo
y le otorgó el nombre
que está sobre todo nombre,
10 para que ante el nombre de Jesús
se doble toda rodilla
en el cielo y en la tierra
y debajo de la tierra,
11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre.
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