jueves, 8 de marzo de 2012

¡Cambios, cambiemos, cambia!


Cambia al mundo una persona a la vez, empezando por tí mismo(a)... Si queremos cambios en nuestro entorno entonces vamos a autoanalizarnos primero, reflexionar y comenzar a cambiar nosotros. En la medida que ejecutemos esos cambios verem
os que otros serán contagiados positivamente. Tal vez, el cambio no ocurra de quien esperas pero te aseguro que si tus cambios en malos hábitos, costumbres, tendencias, actitudes los realizas con Dios como guía comenzarás sin duda alguna a dar frutos de bien, y muchos querrán contagiarse con ese cambio para también dar de esos frutos. Deja que lo que Dios quiere hacer en tí lo haga, no se lo impidas y verás realmente como surge una transformación total de mente, alma y espíritu. 

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