Pensamos que no estuvimos ahí...
Que no tuvimos culpa de Su dolor, de Sus golpes, de Su llaga o de Su muerte. La realidad es que sí estuvimos ahí representados por cada uno de los que le hirieron, humillaron y fueron parte de Su muerte en la cruz.
Cada pecado cometido es un látigazo, una herida, una burla... Cada vez que le fallamos es como si estuvieramos ahí mirándolo cara a cara sosteniendo los clavos y el martillo. Cada vez que obviamos lo que es El en nuestras vidas es simplemente vivir poniendo en poco Su sacrificio.
Sí, todos estuvimos allí presentes. Tal vez, no nos percatamos de ello pero la palabra así lo dice:
"Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca." (Isaías 53:3-7)
¡Lo hizo por todos nosotros! ¡Lo hizo por nuestra causa!
Sí, todos estuvimos allí presentes. Tal vez, no nos percatamos de ello pero la palabra así lo dice:
"Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca." (Isaías 53:3-7)
¡Lo hizo por todos nosotros! ¡Lo hizo por nuestra causa!
Estuvimos presente...
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