jueves, 31 de marzo de 2011

¡Somos nuevas criaturas!


No somos lo que eramos, por lo tanto ese pasado queda atrás, somos lo que somos ahora, en este presente. Dios ha de seguir trabajando en nosotros hasta el final de los tiempos para que seamos justamente lo que El desea.
¡Nuevas criaturas en Cristo Jesús!

Dios se mueve en la alabanza


¡Dios siempre se mueve en medio de la alabanza y de la adoración! Es en ese momento que olvidamos todo y nos concentramos tan sólo en El y en Su amor, y ahí El se manifiestra trayendo paz a nuestra alma. No busques paz en el mundo, solo en Dios.Cuando todo parezca duro,torna tu mirada a El y alaba Su nombre. Esto es un regalo de amor y El por amor a tí ha de derramarse en destellos de paz sobre tu alma.

No estás en quiebra



Cuando uno lo pierde todo aprende uno con el tiempo a ser agradecido a Dios de lo que venga como bendición. Si sientes que haz perdido todo en el ámbito material, pon tu mirada en Dios que El ha de empezar a suplirte en las áreas espirituales donde antes no tenías nada. Y es en estas áreas de la vida donde está el verdadero valor de todo.

¡No estás en quiebra, estás ganando bendiciones en otros niveles!

¡Dios está aquí y en todo lugar!


¿Piensas que Dios no está a tu lado y que El no está presente en cada lugar? Te equivocas en pensar esto pues El es omnisciente y omnipresente.Todo lo ve,todo lo escucha y está en todas partes. Si lo conviertes en Rey de tu vida estará contigo velando por tu bien y llenando tu alma.“¿Se ocultará alguno,dice JEHOVA,en escondrijos que YO no lo vea?¿No lleno YO,dice JEHOVA,el cielo y la tierra?”-Jeremías 23:24

¡Lucha como Jacob!



Génesis 32:26
Entonces el hombre le dijo:
—¡Suéltame, que ya está por amanecer!
—¡No te soltaré hasta que me bendigas! —respondió Jacob.


Hay bendiciones que hay que luchar por estas y no cesar de pedir y perseverar por las mismas. Hay bendiciones por las cuales tendrás que sobrepasar obstáculos, algunos obstáculos vendrán de la mano del hombre interrumpiendo el paso para que no obtengas lo que Dios desea darte. Otras cosas que parecieran obstáculos son pruebas que debemos rebasar con fe para llegar a nuestra bendición y estas pruebas son medidores de nuestra fe en Dios. ¿Cuánto deseas tu bendición? ¿Estas listo para luchar por esta? ¿Estas listo para decirle a tu Dios, Padre amado sigo perseverando y no flaqueará mi fe, no te suelto hasta que me bendigas?

Puertas cerradas y puertas abiertas



“Yo conozco tus obras. Mira, he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar, porque tienes un poco de poder, has guardado mi palabra y no has negado mi nombre.”
– Apocalipsis 3:8


En estos tiempos en que vivimos enfrentamos muchos dilemas en donde vemos que debemos saber discernir cuando es el momento indicado de continuar hacia donde Dios nos dirige y cuando es momento de detenernos y no movilizarnos. En este mundo hay tiempo para todo pero hay que saber discernir los tiempos y ver de donde provienen las cosas. Lamentablemente, como humanos que somos tal vez por terquedad, inocencia o inmadurez muchas veces nos estancamos cuando precisamente Dios nos deja saber que debemos continuar. El estancamiento ocurre cuando nos empeñamos en abrir puertas que están cerradas. Sí, nos empeñamos en abrir puertas que permanecen cerradas. Esto debe de ser familiar para muchos.


En esta vida hay puertas que Dios cierra y deben permanecer cerradas. Esas puertas a veces no entendemos por qué no abren y deseamos en nuestras fuerzas abrirlas como dé lugar. En esos momentos dejamos de escuchar a Dios y empezamos a escuchar el deseo de nosotros como humanos por abrirlas. Frases como: “Ese trabajo tiene que ser mío”, “Esa persona tiene que amarme”, “Esa persona debe volver a mi vida y hablarme”… Son muchas puertas cerradas y que nos empeñamos en abrir sin pensar que ese trabajo a lo mejor puede colocarte en una posición en donde perderás el enfoque en Dios y a lo mejor no es el ambiente propicio para ti; no pensamos que esa persona precisamente al no amarnos nos demuestra que no es la persona que Dios tiene diseñada para nosotros, y no captamos que esa persona que no nos vuelve a hablar aún nosotros no haciéndole absolutamente nada puede ser porque Dios la removió de tu vida pues no ayudará a los planes que El tiene contigo. Es ahí, que surge el estancamiento, nos aferramos a lo que deseamos, seguimos golpeando la puerta cerrada en ocasiones hasta con rabia porque demandamos que sea abierta y obviamos las que Dios abre para que prosigamos hacia donde El desea llevarnos.


Llega un momento en que Dios permite que esas puertas cerradas se abran precisamente para que descubras que hay detrás de ellas y entiendas el porqué fue que estaban cerradas desde un principio. Cuando comienza a salir todo mal, muchas veces culpamos a Dios y le cuestionamos, ¿por qué permites todo esto?, y olvidamos que antes de que eso ocurriera fue trabajoso el abrir la puerta y que fuimos nosotros que la abrimos a la fuerza y sin permiso del que tiene la verdadera llave de todas las puertas de la vida.


Ahora, quiero que te detengas por un momento y observes en el punto que estás en tu vida. ¿Qué puertas estas forzando que están cerradas ahora? ¿Qué puertas estás ignorando que están abiertas de par en par para que aproveches las mismas? Hay puertas que Dios cierra y abre con propósitos, no fuerces las que son incorrectas porque te estancarás en el tiempo que pelees por abrirlas y lo que encontrarás al otro lado no será agradable. Pasa tan sólo por las puertas que Dios te abre que lo que te espera al otro lado es una bendición segura pues las puertas que Dios abre son para darte algo bueno y las que cierra son para evitarte un mal mayor. Guarda la palabra de Dios en cada cosa que hagas y Dios se encargará de abrirte una puerta que nada ni nadie puede cerrar y de seguro en esta recibirás mucho más de lo que piensas que puedan tener esas puertas que están cerradas y deseas abrir.

El siempre estará



El tiempo pasará, nuestro alrededor se puede desvanecer, la tierra puede dejar de ser pero nuestro Dios sigue siendo el mismo de ayer, hoy y siempre. Nuestro Dios no nos deja solos nunca. Alza tu mirada porque tu socorro, tu ayuda y consuelo viene de Dios.

No dejes de soñar



Dios a puesto unos sueños en tu alma. Así como fueron puestos en José. José soñaba cosas que nadie podía entender, ni tan siquiera su familia. Eran sueños incomprensibles para ellos. Sus hermanos tomaron los mismos como ofensa, pasó por el desprecio de estos, conspiración en contra de su vida, hasta pensaron matarlo, pero no lo mataron sino que lo vendieron a un mercader que iba pasando de camino por 20 monedas de plata. Fueron luego donde su padre y mintieron alegando que José había sido asesinado por fieras.

En toda la historia de José vemos algo, fueron momentos dolorosos el ver como los más que amó se levantaron en su contra, sangre de su sangre. No me imagino la amargura de su alma al verse desechado y vendido como esclavo. Separado de su padre amado, de su madre y de quienes consideró familia y echado a tierras lejanas. Lo que no esperaba José, que esa ruta que parecía marcada por el dolor, por el abandono y por el engaño lo dirigía a posicionarse donde Dios deseaba colocarlo. El mercader lo vendío nuevamente y esta vez llegó a las manos del Faraón, ciertamente Dios lo acompañó en cada etapa, su fe en Dios no aminoraba porque José sabía que Dios le había prometido algo. No sabía este la fecha del cumplimiento de esa promesa, pero sí sabía que Dios no le fallaría como hicieron sus hermanos. Así que José se fue engrandeciendo en Egipto y Dios fue colocándolo en posiciones de poder.

Eventualmente, todo fue parte de un plan divino. Dios lo colocó donde el debía estar y donde su promesa sería concretada. Ese sueño que le costo burlas y ofensas, dolor y llanto se hizo realidad. Ahí estaban sus hermanos, los que lo vendieron delante de él, sin saber que lo habían desechado para posicionarlo justamente donde Dios deseaba colocar a José en una posición en donde iba a salvar a muchos pueblos incluyendo las vidas de los que un día le desearon la muerte.

Toda la ruta que atraviesas, todo el plan que Dios ha diseñado para tí, aunque parezca doloroso es el camino para que se concrete ese sueño depositado en tu alma, para que se cumpla esa promesa en tí. El solo demanda algo de tí durante el camino, que tengas fe y que confíes que El lo hará.

Aún durante los caminos tenebrosos...


 

Hay caminos que parecen tenebrosos y oscuros, pensamos que la luz nunca llegará a alumbrarnos. Es en estos que nuestra fe se pone a prueba y es cuando más debemos delegar todo en la guía de Dios agudizando nuestros sentidos para poder escucharlo y pasar por donde El quiere llevarnos para alcanzar esa luz. Caminemos al otro extremo, sin miedo solo atentos a El... ¡Llegaremos!

¡Dios te dará la victoria!



"Ninguna arma forjada contra ti, prosperará; y tú condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Ésta es la herencia de los siervos de Jehová, y su justicia viene de mí, dice Jehová."
-Isaías 54:17

La batalla parece dura. Se han levantado muchos enemigos en tú contra, algunos no pensaste jamás que fueran a convertirse en tus enemigos puesto que comieron hasta en tu propia mesa. Muchos con almas llenas de resentimiento, vacío, envidia han recurrido a la maldad para de alguna manera hacerte daño. Otros han levantando calumnias y testimonios falsos en tu contra. Toda su misión es verte derrotado, en el suelo. Sientes que tu alma está acorralada porque todos los ataques son destinados hacia a tí, sabes que es una injusticia y ya el temor está alcanzando tu morada. El temor de que la maldad sea la que salga victoriosa. Es en estos momentos que olvidamos quienes somos en Cristo, somos Sus hijos y más allá de ser Sus hijos somos Sus pequeñines.

El habla claramente que de El es la venganza, de El es la batalla y de El es la justicia, entonces, ¿por qué temes?. Las promesas de Dios están claras en Su palabra y El nos deja saber que seremos más que vencedores en El y que todo lo podemos en El que nos fortalece. Tú batalla no es contra humanos, es contra lo espiritual, contra lo que son principados y potestades que quieren tener dominio sobre tu vida, pero la realidad es que cuando somos hijos de Dios y confiamos plenamente en El tenemos la batalla ganada, porque la victoria nos las da El por fe.

Nada ni nadie que se levante contra tí prosperará, puedes ver mucha maldad a tu alrededor y cosas que no estén saliendo como pensabas, pero clama a Dios, El ha de responderte y te mostrará la sálida a tu problema y te encaminará hacia tu victoria. Es Su palabra tu escudo y espada. El ha de levantar tu cabeza y tus enemigos serán testigos de como Dios te da la victoria. No temas, confía en El.

Dios es fiel y cumple Sus promesas



Dios es fiel y Su palabra prevalece más allá del tiempo y la duración de la Tierra. Dios nos promete muchas cosas en la Biblia, Sus promesas son nuestras cuando creemos en la fidelidad de estas y con fe las declaramos por nuestra boca como hechas. Tal vez ahora esperas una petición o promesa que sea realizada, mientras esperas déclarala hecha por fe, porque Dios es fiel y la ha de concretar. Lo que El empieza ha de culminarlo en tí. ¡Creélo!

¡Por la sangre de Jesús somos limpios!


Hay una voz que nos recuerda nuestros errores del pasado.Ese es el enemigo,pero quiero que sepas algo:tenemos Abogado en las Cortes Celestiales.El enemigo nos acusa frente a Dios pero Jesús aboga por nosotros diciéndole al Padre: 'Padre, perdónalo, El cree en Mí, El me ama a Mí y Mi sangre limpió sus pecados'. Si nos arrepentimos sinceramente y creemos en Jesús contamos con Abogado; y este Abogado NUNCA pierde un caso.

"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad." -1 Juan 1:9

Se tú luz...



Todo en tinieblas. Es en esos momentos que nosotros por el amor de Dios debemos convertirnos en luz, sí en luz, ¿no hay nada que ilumine el camino? Pues entonces,por ese amor que Dios pone en tu alma se luz y llega con tu resplandor a la vida de otros. Cuando te des cuenta estarás donde debes estar y serán muchos los que irradiarán el amor de Dios iluminando los pasos de algún lugar en donde habitaba la tiniebla.

La hormiga


Una hormiga parece ser diminuta en tamaño pero se fortalece grandemente en números. La hormiga es un insecto diminuto que vive en sociedad. Las hormigas construyen unas galerías subterráneas en dónde residen las cuales conocemos como "hormigueros".

Hoy observaba el comportamiento de las hormigas durante algo curioso que me sucedió. Me disponía a prepararme un emparedado con crema de maní. Cuando tomé el frasco, estaba lleno de hormigas. Habían hormigas dentro del mismo y otras que intentaban entrar. Al agarrar el frasco todas las que estaban afuera se me lanzaron encima, intentando detenerme cuando traté de eliminarlas a todas del frasco. Una de ellas hasta logró picarme en la mano. No conforme a esto, cuando después de mucho trabajo me deshice de todas ellas y logro hacerme el emparedado veo en el plato una diminuta hormiga cargando con un pequeño pedacito de pan.

Mientras observaba la hormiguita retirarse del plato pensaba lo siguiente:¡cuánto más lograría el humano si trabajara en equipo y con afán como la hormiga! ¡cuánto más lograría el humano si fuera perseverante en la fe y en los caminos de Dios! Esos pequeños insectos, no se rindieron ante su meta o propósito. Ellos deseaban alimentarse y de alguna manera u otra lo lograrían. Lo hicieron perseverando y trabajando afanosamente en equipo.

La perseverancia y el cooperativismo son cualidades que portan estos insectos diminutos en tamaño pero grandes en cualidades positivas. Cualidades que todo humano debería imitar en su caminar por la vida. Al fin y al cabo, todos deseamos de ese pedacito de pan, ¿cuántos trabajamos y perseveramos para obtenerlo?

La humildad


“Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu”-Proverbios 16:18

Seamos humildes siempre y evitemos la altivez y la soberbia para que Dios no tenga que reprendernos y que caigamos de los sitiales en donde El desea que estemos siempre. Dios desea que tengamos una vida feliz y que estemos bien, así como que disfrutemos de bendiciones a granel. Muchas veces nosotros mismos somos los que provocamos un pare en el flujo de estas bendiciones, un cese y desista, por la falta de humildad, y es de esta manera que perdemos cosas en nuestra vida. Son esas las caídas de las cuales se nos habla en Proverbios 16:18. La caída para aquellos que dejan que la soberbia, el orgullo, la pedantería, la altivez y el ego les domine su vida es inevitable. Dios no se deleita de este tipo de actitudes. Jesús mismo nos exhorta a que lo imitemos a El, El fue un ser de corazón manso y humilde.

Nos dió El Su ejemplo para que aún siendo quienes fueramos, teniendo lo que tuviesemos fueramos humildes con el prójimo, y no solo con el que nos ama sino también incluso con nuestros enemigos. Comencemos a desechar estas cualidades poco productivas de nuestras vidas antes de que tengamos una caída o quebrantamiento que nos recuerde que solo dependemos de Dios y que a El le debemos servir como siervos humildes. La soberbia, desagrada grandemente a Dios, si buscamos agradarle en todo, comencemos por deshacernos de las actitudes que nos intóxican el alma y que pueden ocasionar una caída lamentable.

¡Seamos humildes en todo lo que hagamos y en todo lo que decimos! ¡Hoy empecemos por entregarle en oración esa actitud de soberbia, altivez, orgullo o ego en manos de Dios para que Dios moldee continúamente nuestro carácter! ¡Seamos más como El!

Una exhortación a correr la verdadera carrera de la fe


Si me estás leyendo en este momento, no hay casualidades para Dios y este mensaje es para tí. Es hora y ya es tiempo, hermanos y amigos, en que déjemos de usar la Palabra de Dios a nuestra conveniencia. Leemos la Palabra y aplicamos solamente lo que deseamos para nuestra vida. Y esto es sencillamente y claramente una hipocrecía ante los ojos de Dios. Dios ha escrito Su palabra para que nos dejemos guiar por ella, muchos hombres recibieron la inspiración del Espíritu Santo para plasmar lo que hoy nosotros conocemos como la Biblia, la palabra genuina y soberana de Dios.

Lastimosamente, con el pasar de los años hemos visto que contínuamente se han levantado personas próclamando que son ministros, pastores, profetas, reverendos, apóstoles, evangelistas o líderes que no tienen la mínima idea de lo que es predicar la verdadera palabra de Dios. Se han levantado ellos mismos y se han autoproclamado con esos títulos pero no están llevando la Palabra de Dios con la fidelidad y respeto que esto amerita.

Somos embajadores de Cristo, o sea mensajeros de Dios, Dios desea que prediquemos a las naciones y este mandato no es tan sólo para algunos porque es para todos los que verdaderamente han recibido por gracia este regalo que nos da Dios a través de Su Hijo Jesucristo, al El morir por nosotros, recibe la paga de nuestros pecados pero resucita dándole a todos los que le aceptan el regalo de la salvación y vida eterna. Pero lamentablemente, muchos han utilizado este regalo de manera indecorosa, muchos han subestimado lo costoso y valioso de este regalo, muchos se han olvidado que el precio de nuestra salvación ha costado sangre, y sangre divina.

Cuando ejercemos ese privilegio que nos da Dios de hablar al prójimo sobre las buenas nuevas de salvación, tenemos una responsabilidad enorme sobre los hombros de nosotros. Tenemos que predicar la verdad, y la verdad está solamente en Su palabra, no en teologías, no en dóctrinas, no en dogmas, no en sicología y mucho menos en una denominación. El que vaya a hablar de Dios y a predicar las buenas nuevas de salvación que lo haga dejándose llevar por la Palabra de Dios y guíandose por el Espíritu Santo. Muchos, escriben, hablan, predican, cantan, danzan, hasta alaban y la realidad es que no están siendo guiados o inspirados por el Espíritu Santo, es una emoción carnal. Y cuando eso ocurre, mis hermanos sepa que está en ese momento no agradando a Dios.

Aquí Dios no busca servidores emocionalistas o que se basen en la opinión suya o en sus credenciales de estudios, aquí Dios busca siervos que le amen y le sirvan en espíritu y verdad. ¿En dónde están esos siervos? ¿En dónde? ¿Dónde están esos que se basan en la verdad y en cuál verdad? La verdad los hará libres pero no libertinos. ¿De que verdad se habla? De la única verdad que está en la Palabra de Dios, puramente en la Palabra de Dios, sin quitarle, sin ponerle y sin tener que decir aquél o aquella es más Santo, más puro o de más unción.

Mis hermanos y amigos, la verdad solo la da Dios en Su palabra y la revela por el Espíritu Santo. No podemos continuar como pueblo dividido, diciendo "Soy de Pablo y yo de Pedro..." ¿Acaso no le servimos a un mismo Dios? Pues entonces digan, "yo soy de Dios" y dejen que sea Su palabra quien le de dirección a Su vida y dejen que sea el Espíritu Santo llevándolos por el camino correcto.

Los invito a correr, huyendo de donde no deben de estar, porque estamos en tiempos finales y la carrera vendrá con más obstáculos que vencer. Aquí no es tiempo de perder tiempo hablando necedad y falsedad, aquí es tiempo de hablar con la única verdad que está en la Palabra de Dios y empezar a correr hacia la dirección que el Espíritu Santo nos indica correr. No más altares llenos de hombres filósofos, sicólogos o teólogos y sí más altares llenos de personas que se dejan usar por Dios y se someten a Su autoridad. Déjemos de ser idólatras de hombres y fanáticos de líderes religiosos y empecemos a darnos cuenta de que nos tenemos que someter a Dios y únicamente a Dios. Quién no se somete a Dios y a Su palabra, no es modelo a seguir.

Así que mis hermanos, evalúe a que autoridad ustedes se someten, si es a la de alguien que se somete a Dios o si es a alguien que sigue las corrientes del mundo por complacer oyentes. Dios no desea en su altar ni comediantes, ni personas con ego de "artista", ni personas que deseen tener fama o dominio, Dios desea servidores humildes. Si estás leyendo esto y sientes que Dios te inquieta corre hacia donde el Espíritu de Dios te dice ir y no sigas a quien no se somete a Dios.

¡DIOS LES BENDIGA!

El silencio de Dios...



Aún en medio de los silencios, en medio de esos momentos en que no vemos a Dios, sabemos que El está trabajando, haciendo la obra. El no descansa, El día y noche está trabajando por muchos milagros. Creo que en los momentos en que Dios está en silencio es cuando más espera de nosotros que creamos y confiemos en El. A la larga, después de esa gran prueba viene una bendición. Solo nos resta seguir con fe creyendo que El está trabajando por nuestro milagro. En silencio... Con fe Espera en El que hará...

¿Yo le creo a El y tú le crees a El?

Laberintos



Los laberintos de nuestra alma son los rincones más conocidos por Dios. El entra a nuestra alma y nunca se pierde por más complicado que sea nuestro interior, El nos descifra. ¿Cómo es posible pensar que nadie nos entiende? Si quien nos creo nos conoce mejor que nadie, porque El fue el que hizo el alma mía y la tuya. Encarga tu alma y todo lo que en ella poseas a El y El recorrerá los laberintos de ella, sanando los dolores más remotos y escondidos.


A veces, las tristezas nos paralizan. Nos sumergimos tanto en el sufrir que ya no sabemos como salir de esa pena. Hay algo que dentro de nosotros no nos deja ver más allá del dolor. Eso que nos atormenta el alma, son cargas, son heridas que se sienten muy atadas al alma y nos congelan. Esas cosas no nos permiten dar un paso hacia lo que Dios nos desea ofrecer que es la felicidad plena. Cuando sientas que la tristeza paraliza tu vida convirtiéndote en estatua es hora de ir a donde Dios y descargar el alma. Es hora de ir a donde nuestro Padre Celestial y desahogarnos. Dejar todas esas penas en Sus manos y pedirle a El que nos llene de Su amor, que nos llene de Su sanidad, que nos llene de Su paz y que nos deje ver que entre lágrimas El sigue siendo Todo Poderoso y que cada una de esas lágrimas El las recoge en Sus manos pues no caen en vano. El quiere que sepas que aparte de ser Tu Padre Celestial, El es un gran Consolador de almas. Permite en esta hora que tu alma se desborde frente a Tu Padre y puedas recibir Consuelo en Su Presencia. Deja que El recoja tus lágrimas y te permita caminar sin que la tristeza te paralize como estatua. El ha de sanar esas heridas, solo llega al taller del Maestro y deja que el repare tu alma.

El perdón


Perdonar es olvidar el pasado, sólo recordando que en el presente haz perdonado. El perdón viene del alma y no de tu conciencia. Se encuentra en los corazones de los que tienen buenos sentimientos. Permanece como obsequio guardado en tu ser, esperando que tu corazón dicte la orden de otorgarlo. No tiene cohibiciones, peros, ni excusas. Se da con alegría y se pide con tristeza. Cuando se otorga se llena de alegría el alma del que lo ha pedido, pues siente regocijo por el regalo brindado. Perdonar, es sobre todas las cosas amar al prójimo, comprendiendo que todos cometemos errores. Si hoy haz perdonadado, recuerda algún día tú también habrás de ser perdonado y recibirás este valioso obsequio llamado: PERDON.




"Entonces se le acercó Pedro y le dijo: --Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: --No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete."
-San Mateo 18:21-22


"Mirad por vosotros mismos: Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. Si siete veces al día peca contra ti, y siete veces al día vuelve a ti diciendo: "Me arrepiento", perdónale."
-Lucas 17:3-4


"...porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas."
-Marcos 11:26

Hagamos justicia al Evangelio



No le hacemos justicia al Evangelio cuando le damos la espalda a la gente. Las personas necesitan escuchar el Evangelio de Dios porque la bendición es para todos no para algunos. Así que cuando camines y veas personas que el Mundo considera "basura", ellos son realmente tesoros de Dios. Comparte la bendición y el amor que tienes de Dios con todos, TODOS incluyendo esos que son rechazados por la sociedad.


NO JUZGUEMOS, SEAMOS LA DIFERENCIA.

¿Por qué Dios me ama?


Dios nos ama, porque El no mira lo que somos en el Mundo, El mira en nosotros lo que seremos cuando nos dejamos moldear por El. El ve el producto final que pudieramos ser en Sus manos, ve nuestro potencial y ve lo que ningún ojo humano puede ver, nuestra alma, cada rincón de ella; hasta los rincones más ocultos de nuestro ser. El nos conoce enteramente y aún así nos ama. El nos ama a TODOS, somos su creación divina. "¿Por qué me ama a mí?" preguntas. Tal vez podamos decir, "no se", pero porque mejor en vez de cuestionarte tantos "¿por qués?" empiezas a agradecerle a El tanto amor. Y eso lo comienzas hacer desde el primer momento que reconoces que sin merecerlo El te ama, que sin tu ser la persona ideal El te ama, que aún no siendo perfecto El conoce tu alma y te perdona si vienes con un alma arrepentida donde El.


Dios no espera de nosotros que seamos perfectos, El sabe que no lo somos, Dios lo que espera de nosotros es que dejemos de cuestionarnos tantos "porqués" y empezemos a servirle a El conforme a lo que El desea. Empezemos a caminar en Sus caminos. Empezemos a ser lo que El desea que seamos y esto es Sus Hijos. Mientras no caminamos conforme a Sus deseos somos meramente creación de Dios; para pasar a ser Hijos de Dios debemos dar un importante paso, y es recibir en nuestra alma lo que por gracia nos es dado y es el hermoso regalo de salvación.


¿Cómo podemos ser salvos? Entregando completamente todas las áreas de nuestra vida a Dios, todos los aspectos de nuestra vida, todas nuestras decisiones consultarlas con El antes de actuar, darle completo dominio de nuestra alma, emociones, de nuestro carácter, en fin, de nuestro TODO, hacerlo el #1 en nuestras vidas. El #1 en TODO lo que hagamos, eso es realmente aceptar a Jesucristo como nuestro UNICO SALVADOR y hacerlo nuestro #1. Tenemos que hacer este acto de fe en público, confesar en público que aceptamos ese sacrificio que hizo Jesús por nosotros, aceptar que El murió en la cruz por nuestros pecados, porque todos somos pecadores y que esa sangre que El derramó, la derramó por ti y por mi...


Somos salvos cuando en nuestra alma podemos entender ese sacrificio, podemos aceptarlo, podemos reconocerlo públicamente y podemos rendir TODA nuestra vida y lo que ella compone a los pies de Cristo. Es en ese momento, que podemos llamarnos gustosamente HIJOS DE DIOS.

Mi pregunta en esta hora para ti que me lees,

¿ERES HIJO DE DIOS O ERES CREACION DE DIOS?

¿En dónde haz dejado tu alma? ¿En dónde sientes que tu alma navega?


Eres dueño de unos sentimientos y unas emociones. Sentimientos que pueden manifestarse en amor pero que también se pueden tornar en desilusión. Cuando nuestra alma pasa por una desilusión se siente que es echada, abandonada, se siente aislada, triste y hasta quebrantada. Hay momentos que la pena que embarga a un alma desilusionada es tanta que no sabe como despertar a la luz del día. Pero quiero en este momento darte una garantía de algo. Tal vez fuistes herido por un familiar, rechazado por una persona a quien amaste puramente, abandonado por amistades, marginado por la sociedad o simplemente la soledad ha acojido tu alma; todos estos casos tienen como resultado un alma desilusionada. La desilusión es una enfermedad emocional que nos consume las energías positivas, como una aspiradora va succionando todo pensamiento positivo y lo reemplaza por pensamientos de impotencia, de tristeza y de aislamiento.

Es difícil, romper el ciclo del alma desilusionada, pues en un momento dado sentimos lástima por nosotros mismos, pero en esta hora quiero que sepas que no tienes porque sentirte aislado, triste, quebrantado o marginado, porque todo lo que pasas tiene un propósito en tu vida. Me dirás: "...eso lo he escuchado antes, ¿por qué ahora es diferente?" En este momento es diferente porque si estas leyendo este mensaje no es pura casualidad. Dios ha puesto este mensaje a tu vista para que entiendas que El no te ha desilusionado, fallado o echado fuera de Su presencia. Qué El te ama con la misma intensidad del día en que te idealizó para crearte; y hacerte tal y como eres. No eres un accidente y tu alma no es un alma que deba estar navegando en sentimientos negativos. No eres parte de ese tipo de pensamientos negativos.

Dios desea que tu mente este repleta de pensamientos de bien, que lo que pienses positivamente lo declares con tu boca porque las palabras tienen poder para atar y desatar. No sigas echando tu alma a la basura. ¿Cómo haces eso? Cada vez que declaras una palabra de derrota, o una palabra negativa hacia ti mismo echas tu propia alma a la basura. Tú no fuiste creado para estar rodeado de pensamientos negativos o pensamientos "chatarra", fuistes creado para no empece la circunstancia confiar plenamente en un Dios que sabe cuando actuar de manera positiva y siempre para tu bienestar (Jeremías 29:11).

Tal vez pienses, que Dios no está obrando a tu favor en estos momentos porque te sientes desilusionado, pero quiero que sepas que estas circunstancias son permitidas para enseñarte a esperar pacientemente en Dios y creer plenamente en sus promesas. Esa desilusión pasará y con ella verás que alcanzaste un escalón más de madurez espiritual. Mientras estas en el proceso de vencer la desilusión, comienza a sacar esos pensamientos negativos o pensamientos "chatarra" de tu mente y sustitúyelos por palabra de Dios y por declaraciones positivas.(Filipenses 4:8) Con una mente reenfocada en lo positivo, que es todo lo bueno, todo lo que proviene de Dios comenzarás a desatar bendiciones del Cielo (Mateo 16:19); y así sacarás tu alma con la ayuda de Dios de los laberintos de la tristeza y del callejón de la desilusión.


Versículos citados:

"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis."- Jeremías 29:11


"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, t...odo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad." - Filipenses 4:8

"Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos: todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos." - Mateo 16:19

¡Para, détente...vas muy de prisa!



Hay momentos en la vida en donde tenemos que tomar una pausa. Vamos muy acelerados y no vemos lo que tenemos que ver, no percibimos lo que tenemos que percibir y no entendemos lo que tenemos que entender. Hay momentos en que tienes que pausar para absorber todo lo que Dios desea mostrarte. Tal vez piensas que Dios está en silencio pero puede ser que vas tan acelerado que no logras discernir su voz. Es hora de pausar. Détente en un instante y escucha lo que Dios desea decirte. El te está hablando pero vas muy de prisa. Entra en comunión con El y empieza a escuchar lo que El desea comunicar a tu alma.

No te ahogues...


No te ahogues en tus penas, no te inundes de dolor. La sanación de nuestras heridas la da Dios, la cura para nuestro dolor la da Dios. Lee la Palabra de Dios (Biblia) y encontrarás en ellas palabras de amor y de aliento para enfrentar con fe todos los momentos difíciles que puedan surgir en la vida. No te sumergas en tus tristezas sal a flote de ellas de la mano de Dios. Dios te ama y quiere dibujar una sonrisa en tu rostro. Deposita tus cargas, penas, dolores, angustias y tristezas en El. Deja todas esas cosas que están invadiendo tu alma en manos de Dios y permite que el amor de Dios te rescate de las profundidades en donde te encuentres sumergido. No hay problema gigante para Dios, no hay situación imposible para Dios porque El es un Dios de los imposibles. Lo difícil hazlo tu (orar, leer la Biblia, proclamar tu fe, caminar en la voluntad de Dios, esparcir las buenas nuevas), lo imposible lo hace Dios (todo lo que creas que nadie en este Mundo puede hacer lo hace Dios).

DEJA QUE DIOS TE AYUDE, PON TU FE EN EL, BATALLA DE RODILLAS EN ORACION, ESPERA CON PACIENCIA TU MILAGRO, PERSEVERA EN LA VOLUNTAD DE DIOS Y EL TE SACARA DE DONDE ESTES Y VAS A SALIR ESTES Y VAS A SALIR VICTORIOSO, PORQUE DIOS NO DESAMPARA A LOS QUE EN EL CREEN CON FE.